Sentimientos al leer

SENTIMIENTOS AL LEER



Todo el mundo tiene sentimientos, pero yo al abrir un libro siento algo especial, algo que no siento en la vida diaria. Mi vida alrededor del libro empezó hacia los seis años cuando nos dijeron que tendríamos que empezar a leer pronto. En ese momento, sentí que lo de aprender a leer no sería una buena idea y que me iba a aburrir mucho, aunque, poco a poco fui descubriendo que leer me iba a gustar, y mucho. Ahora, me encanta, es más, es uno de mis pasatiempos favoritos.

Yo para leer no me conformo con tener un libro y ya está, yo cojo un libro que me gusta, y me pongo cómoda en un lugar que me transmita sentimientos de tranquilidad y comodidad; para mí el mejor sitio es sentada en una terraza al atardecer, el escoger un sitio que a ti te guste para leer te ayuda a meterte de lleno en lo que estás leyendo y fijarte en los pequeños detalles que no has encontrado aún, aunque lo hayas leido muchas veces.

Recuerdo un día que leía mi libro preferido “Vero y los piratas de la Malasia”, con ese libro conseguí vivir muchas aventuras ya que la protagonista contaba toda serie de peripecias al estar en casa con un vendaje en la cabeza y que consiguió introducirse en un videojuego igual que yo en aquella historia.

Sobre todo mi lectura preferida son los libros de aventuras y misterio ya que con ellos vivo toda clase de emociones y suspense, aunque cuando era muy pequeña prefería los cuentos que además traían muchas ilustraciones de colores vivos y alegres, pero ya todo vá creciendo y mis gustos van cambiando con el tiempo, aunque mi afición por la lectura vá aumentando día a día.

Yo siempre digo que para mí la lectura no es una obligación, sino una autentica diversión, ya que día a día vas enriqueciendo tu mente, aprendiendo mil cosas distintas y enriqueciendo tu vocabulario, parte esencial en la vida que hoy en día nos rodea.


Es emocionante y divertido ir a comprar libros, puedes encontrar una gran variedad, sobre todo en las distintas ferias que se organizan para ello; pero lo mejor de todo es entrar en una biblioteca, allí el silencio y la cantidad de libros que tienen hacen que parezca que te encuentras en un lugar mágico, donde puedes andar para allá y para acá rodeada de millones de páginas que encierran las historias más emocionantes y divertidas.

Espero que con este relato hayas encontrado un motivo más para la lectura si no eres muy aficionado a ella, de verdad, leer es maravilloso; sino ni siquiera hubiera podido hacer esta redacción.