lunes, 8 de febrero de 2010

En una fría noche de otoño, un siniestro inesperado...

Estando durmiendo en mi casa de Sevilla, cuando de pronto me desperté algo había caído al suelo, toda mi casa se despertó, corrí hacia el cuarto de mis padres, quité la alarma y me acerqué al despacho de mi padre, allí era donde había caído algo, o eso creía yo, efectivamente, había un libro abierto mirando hacia el suelo, y puse la alarma de nuevo, fui a mi cuarto, como era una noche muy fría puse a calefacción y me tumbé en la cama, quise dormir hasta que mi hermana vino corriendo por el pasillo:
-¡Gustavo, me muero, la cama ha temblado y me he caído,socorro!-.
Entró sin piedad en mi cuarto, me levantó de la cama y me condujo en volandas hacia el cuarto de mis padres, los levantamos y nos acercamos al salón, ya que estaba sonando el teléfono, era mi tía,a mi tío le había dado otro ataque al corazón debido al brusco temblor, estaba en el hospital Virgen del Rocío, a enterarnos de la grave noticia, nos vestimos y fuimos al hospital; en la calle hacía calor, y eso no era normal, en el camino, nos encontramos a unos seres muy extraños, eran una especie tantas vueltas en e de animales, con cuerpo humano y cabeza de serpiente. Había muchísimos ejemplares, al llegar al hospital, todo era normal, al fin alguien normal, mi tío había mejorado y los médicos decían que mañana le harían unos análisis y le darían de alta.
Volvimos a casa y todo seguía siendo raro; estuve dando vueltas en la cama, ya que no podía parar de pensar en esto. De dar tantas vueltas me cansé y me decidí a dormir. Al día siguiente, me desperté y todo era normal, pero seguía una cosa sin cuadrarme, de dónde venían esos extraños animales, intenté averiguarlo, pero nadie me creía, en el colegio se lo comenté a mis amigos y ellos, también lo vieron, de echo, ese mismo medio día, salió en las noticias que unos extraños animales invadieron las ciudades afectadas por el seísmo, y afirmaron que solo lo podían ver los niños, a partir de esto todos me creyeron.

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