jueves, 11 de marzo de 2010

Leyenda de Apolo y Dafne

Esta leyenda va sobre Apolo (dios de los juegos olímpicos) y Dafne (una dríade de bosque).

El dios y la dríade comparten una historia de amor peculiar:
Eros (cupido), decide que quiere probar el arco de Apolo, pero aunque él le dice que no, Eros lanza dos flechas: una hirió a Dafne y la otra alcanzo el corazón de Apolo. Lo malo es que no eran dos flechas de amor; la de Apolo sí, la de Dafne no. La que le llegó a la dríade era la clase de flecha que le impide al corazón amar, por lo que, por más que Apolo se esforzara, Dafne no le correspondía. Hasta que un día, cuando el dios la perseguía, ella pidió desesperadamente a su padre, el dios del río Peneo, que, ya que Apolo amaba su belleza, destruyera su cuerpo y la salvara para siempre. Entonces sus pies se hundieron en la tierra; sobre su piel se formó una corteza; su brazos se convirtieron en ramas y sus dedos en hojas: se había convertido en un laurel.
Por esto Apolo, dios de los juegos olímpicos, prometió que en honor a Dafne, a todos los atletas que ganasen en los juegos se les entregaría una corona hecha con hojas de laurel, y lo mismo pasaría con el mejor poeta.

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